In a show of solidarity, residents of West Chicago came together to support Dan and Jody Bovey, a bilingual pastor and local public school teacher (Gary School) who have been embroiled in a battle with the city over their geodesic dome greenhouse construction project.
During the West Chicago City Council Meeting last night at City Hall dozens of residents came out in support of a local couple’s geodesic dome greenhouse project. There were so many people there, that a side room divider in city council chambers needed to be opened to accommodate all of the residents in attendance.
Seeking intervention and a resolution to the predicament, over 15 impassioned citizens voiced their concerns during the city council meeting. Their heartfelt pleas urged the mayor and city council to intervene and provide oversight, emphasizing the importance of supporting initiatives that promote sustainability and community well-being
The participants, donned in green, each took their three minutes worth of public comment time to show their support for not only the greenhouse but their support of transparency, fairness, kindness, and oversight when it comes to this matter for West Chicago business as a whole.
A brief overview: In December of 2020, the couple applied for a building permit with the goal of creating a sustainable greenhouse structure on own their property. However, their dreams have been met with building code issues morphing into legal hurdles, leaving them uncertain about the future of the structure. The Boveys have faced numerous court hearings and received citations from the City of West Chicago’s building code enforcers and community development department.
After successfully passing seven initial inspections, the City of West Chicago is saying the scope of work has changed (which the Boveys strongly deny) and the City of West Chicago is demanding the structure be torn down completely. The Boveys claim when a new chief building officer came on board with the city- he essentially moved the goalposts right as they were about to complete the project. They say the last 11 months have been an unfair, uphill battle. Since then, their building permit expired and now the city is allegedly refusing to re-issue the permit or grant a new one so they can complete the project, which they claim is 95% complete. We requested comment from the city but they refused to participate as the matter is in litigation. They feel there have been countless obstacles and municipal government overreach.
Supporters of the Boveys and the Greenhouse have formed a Facebook Group, To Learn More About Their Cause, Click HERE to go to the group
To view a YouTube video by Dan Bovey explaining the situation in more detail from his point of view, click here.
During the city council meeting, Dan Bovey presented council members and Mayor Reuben Pineda with a petition bearing more than 800 signatures from fellow residents who stand firmly behind the Boveys’ cause. This outpouring of support demonstrates the widespread belief in finding a compromise that would allow the greenhouse project to continue, benefiting not only the Boveys but also the entire community.
As this story unfolds, it remains to be seen whether the mayor or city council will heed the voices of their constituents and reconsider their stance. The fate of the Boveys’ greenhouse hangs in the balance, but the unwavering support from residents, as well as the determination of Dan and Jody Bovey, sets the stage for a potential resolution that honors both their aspirations and the city’s regulatory requirements.
En una muestra de solidaridad, los residentes de West Chicago se unieron para apoyar a Dan y Jody Bovey, un pastor bilingüe y maestro de escuela pública local (Gary School) que se han visto envueltos en una batalla con la ciudad por su proyecto de construcción de un invernadero con cúpula geodésica.
Durante la reunión del Concejo Municipal de West Chicago anoche en el Ayuntamiento, docenas de residentes apoyaron el proyecto de invernadero con cúpula geodésica de una pareja local. Había tanta gente allí que fue necesario abrir una separación lateral en las salas del ayuntamiento para dar cabida a todos los residentes presentes.
En busca de justicia y una solución a la situación, más de 15 ciudadanos apasionados expresaron sus preocupaciones durante la reunión del consejo municipal. Sus sinceras súplicas instaron al alcalde y al concejo municipal a intervenir y brindar supervisión, enfatizando la importancia de apoyar iniciativas que promuevan la sostenibilidad y el bienestar de la comunidad.
Los participantes, vestidos de verde, se tomaron sus tres minutos de comentarios públicos para mostrar su apoyo no solo al invernadero sino también a la transparencia, la equidad, la amabilidad y la supervisión en lo que respecta a este asunto para las empresas de West Chicago en su conjunto.
En resumen, en diciembre de 2020, la pareja solicitó un permiso de construcción con el objetivo de crear una estructura sostenible en su propiedad. Sin embargo, sus sueños se han topado con problemas con los códigos de construcción que se han transformado en obstáculos legales, dejándolos inseguros sobre el futuro de la estructura. Los Bovey se han enfrentado a numerosas audiencias judiciales y han recibido citaciones de los encargados de hacer cumplir el código de construcción y del departamento de desarrollo comunitario de la ciudad de West Chicago que les exigieron realizar cambios.
A pesar de pasar con éxito siete inspecciones iniciales, ahora la ciudad de West Chicago exige que la estructura sea derribada por completo. Durante el tiempo en que todavía había comunicación con la ciudad, los Bovey preguntaban continuamente a la ciudad qué hacer con la fecha de vencimiento pendiente de su permiso de construcción en un correo electrónico, y el director de desarrollo comunitario les aseguró que todavía quedaban varios meses. Los Bovey afirman que un nuevo director de construcción se unió a la ciudad y esencialmente movió las porterías justo cuando estaban a punto de completar el proyecto. Su permiso de construcción expiró y ahora la ciudad se niega a volver a emitir el permiso o otorgar uno nuevo para que puedan completar el proyecto, que, según afirman, está completo en un 95%.
La ciudad afirma que el alcance del trabajo había cambiado; una acusación que la pareja niega rotundamente; ahora la pareja se ha visto envuelta en una batalla legal ya que la ciudad los está demandando, exigiendo la demolición completa de su invernadero. Solicitamos comentarios a la ciudad, pero se negaron a participar porque el asunto está en litigio.
Los Bovey afirman que estaban dispuestos a hacer cambios para cumplir, sin embargo, ahora se enfrentan a una demanda de la ciudad de demoler la estructura por completo con la amenaza de multas de 750 dólares al día si no cumplen. Sienten que ha habido innumerables obstáculos y extralimitaciones del gobierno municipal.
Para ver un vídeo de YouTube de Dan Bovey que explica la situación con más detalle desde su punto de vista, haga clic aquí.
Durante la reunión del concejo municipal, Dan Bovey presentó a los concejales y al alcalde Reuben Pineda una petición con más de 800 firmas de otros residentes que apoyan firmemente la causa de los Bovey. Este gran apoyo demuestra la creencia generalizada en encontrar un compromiso que permita que el proyecto del invernadero continúe, beneficiando no sólo a los Bovey sino también a toda la comunidad. El invernadero con cúpula geodésica de los Boveys representa más que una simple estructura; simboliza la esperanza, la resiliencia y el compromiso con un futuro más verde.
A medida que se desarrolla esta historia, queda por ver si el alcalde y el concejo municipal prestarán atención a las voces de sus electores y reconsiderarán su postura. El destino del invernadero de los Bovey está en juego, pero el apoyo inquebrantable de los residentes, así como la determinación de Dan y Jody Bovey, preparan el escenario para una posible resolución que honre tanto sus aspiraciones como los requisitos regulatorios de la ciudad.
Los partidarios de Boveys y Greenhouse han formado un grupo de Facebook. Para verlo, haga clic AQUÍ.
En una comunidad donde la colaboración y la empatía han sido valores apreciados durante mucho tiempo, se espera que West Chicago pueda encontrar una manera de cerrar la brecha entre la visión de los Bovey y las preocupaciones de la ciudad. Sólo el tiempo dirá si prevalecerá el compromiso y el compromiso compartido con la sostenibilidad, permitiendo en última instancia que el invernadero con cúpula geodésica sea un testimonio del poder de la unidad y la perseverancia.