On a warm summer’s day in 1953, a young Tom Kerner (then 12 years old), was waiting patiently for a customer to caddie for outside of the Pro Shop at St. Andrews Golf & Country Club in West Chicago. One by one, the other caddies (all older and more experienced) were selected by players to carry their bags – that left Tom sitting alone on the stoop near the first tee.
After a while, young Tom started to lose hope that he would make a few dollars that day and was getting ready to leave. Just at that moment, Tom noticed course owner Joe Jemsek walking toward the tee with none other than Jesse Owens, the U.S. Olympic hero. As they approached, Jesse Owens said he wanted to play golf and needed a caddie. Joe said, “Jesse you are in luck, our best caddie Tom Kerner is available for you today”! Joe gave Tom a “wink” and thanked him for being there to take Jesse’s bag. Tom hoisted the large golf bag on his shoulder and off they went down the first fairway.
Born and raised in West Chicago, Tom had two brothers, both of whom were great athletes. Although Tom was small in stature at that time, he too was a great athlete. Tom could not believe his good fortune to have “lucked” into a good caddie job that day, but to be walking down the fairways at St. Andrews Golf & Country Club with Jesse Owens was almost too goodtobetrue. Tomrecalls“Iwasintimidatedbyhimatfirst–thegreatOlympicChampion of that time”. As Tom cleaned clubs and tended the pins, Jesse started to ask Tom questions about himself and took a real interest in what he had to say. Tom asked questions about sports and the Olympics. In great detail, Jesse told stories about his days in Track and Field and being at the Olympics in Berlin and winning 4 Gold Medals. He told stories of how the people in Germany treated him and the tension that was in the air with the Nazi’s and Hitler and some of his strategies for competing and winning at the Olympics. Tom said, “Jesse Owens was such a kind gentleman who shared stories of his remarkable life with me and made me feel special just to be with him that day”. Tom concluded with “I was just a small kid who was trying to make some money with summer work”. “In addition to making $4 dollars (not bad in those days) and achieving my financial goal, I got to spend a few hours with a great person like Jesse Owens on the golf course – what a thrilling time that was!”
Tom Kerner lives in St. Charles with his wife Nancy (niece of Joe Jemsek) and had a successful career in High School coaching and mentoring student athletes. Tom enjoys sports of all kinds to this day.
En un cálido día de verano de 1953, un joven Tom Kerner (que entonces tenía 12 años) estaba esperando pacientemente a que un cliente fuera el caddie afuera del Pro Shop en St. Andrews Golf & Country Club en West Chicago. Uno por uno, los jugadores seleccionaron a los otros caddies (todos mayores y con más experiencia) para llevar sus maletas, lo que dejó a Tom sentado solo en la escalinata cerca del primer tee.
Después de un tiempo, el joven Tom comenzó a perder la esperanza de ganar unos cuantos dólares ese día y se estaba preparando para irse. Justo en ese momento, Tom notó que el dueño del campo, Joe Jemsek, caminaba hacia el tee con nada menos que Jesse Owens, el héroe olímpico de Estados Unidos. Mientras se acercaban, Jesse Owens dijo que quería jugar golf y que necesitaba un caddie. Joe dijo: “Jesse, estás de suerte, ¡nuestro mejor caddie, Tom Kerner, está disponible para ti hoy”! Joe le guiñó un ojo a Tom y le agradeció por estar allí para llevarse el bolso de Jesse. Tom se cargó la gran bolsa de golf al hombro y se dirigieron a la primera calle.
Nacido y criado en West Chicago, Tom tenía dos hermanos, ambos grandes atletas. Aunque Tom era de baja estatura en ese momento, él también era un gran atleta. Tom no podía creer su buena suerte de haber tenido “suerte” de conseguir un buen trabajo de caddie ese día, pero estar caminando por las calles del St. Andrews Golf & Country Club con Jesse Owens era casi demasiado bueno para ser verdad. Tom recuerda: “Al principio me sentí intimidado por él, el gran campeón olímpico de esa época”. Mientras Tom limpiaba los palos y cuidaba los bolos, Jesse comenzó a hacerle preguntas a Tom sobre sí mismo y se interesó mucho en lo que tenía que decir. Tom hizo preguntas sobre los deportes y los Juegos Olímpicos. Con gran detalle, Jesse contó historias sobre sus días en atletismo y sobre su participación en los Juegos Olímpicos de Berlín y sobre sus 4 medallas de oro. Contó historias de cómo lo trataba la gente en Alemania y la tensión que había en el aire con los nazis y Hitler y algunas de sus estrategias para competir y ganar en los Juegos Olímpicos. Tom dijo: “Jesse Owens fue un caballero tan amable que compartió conmigo historias de su extraordinaria vida y me hizo sentir especial solo por estar con él ese día”. Tom concluyó diciendo: “Yo era sólo un niño pequeño que intentaba ganar algo de dinero con el trabajo de verano”. “Además de ganar $4 dólares (nada mal en esos días) y lograr mi meta financiera, pude pasar unas horas con una gran persona como Jesse Owens en el campo de golf. ¡Qué momento tan emocionante fue ese!”
Tom Kerner vive en St. Charles con su esposa Nancy (sobrina de Joe Jemsek) y tuvo una exitosa carrera en la escuela secundaria entrenando y asesorando a estudiantes atletas. Tom disfruta de los deportes de todo tipo hasta el día de hoy. Soy
